Un menú entre semana en el Insòlit (C/ Sant Joan, 41, Sabadell) es siempre una garantía de equilibrio. Platos que cuentan con una base tradicional y, sin embargo, con matices de vanguardia son fieles representantes de la encrucijada de este lugar, entre lo antiguo y lo nuevo, en la cocina, el ambiente, el local mismo e incluso la fachada del edificio.
Por menos de 15 €, un miércoles de verano uno puede saciar el paladar (y el calor) con un suave gazpacho de sandía, tan sano y apetecible como el tradicional, pero de digestión más agradecida y sabor una pizca menos intenso gracias a la sustitución del excesivo pimiento por la dulce sandía. De segundo, unas aparentemente inofensivas costillas de cerdo con verduras nos sorprenden, en primer lugar, a la vista, pues el condimento vegetal recubre las costillas troceadas en vez de limitarse a acompañarlas; aplauso a la iniciativa. La carne es de muy buena calidad y, aunque lejos de ser mi favorita, queda ensalzada por una sabrosísima salsa con aceite y reducción de vino. Las verduras (espinacas, berenjena y cebolla) deben acompañar todos los bocados de carne. Un dulce bola de helado de fresa, intensificada por el sirope, nos despide hasta la siguiente ocasión.
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